Te levantas una mañana sin saber muy bien qué ropa te vas a poner. La verdad es que para mí el mejor momento del día es por la mañana, me encanta la hora del desayuno porque me levanto hambrienta, y si me traen churritos mejor. Me gusta despejarme un ratito a mi bola para empezar a espabilarme, una ducha templada y un café con leche con galletas o unas tostadas con aceite y sal en la cocina. Mi momento preferido delante del espejo de mi cuarto de baño con mis cremas para la cara, mis bases de maquillaje, mis colonias y mi máscara de pestañas favorita que jamás, jamás puede faltar de mi rutina mañanera. Y cuando todo ese ritual termina entonces puedo centrar mi cabeza en pensar en qué ponerme. A veces parece misión imposible. Confieso que miro el tiempo que va a hacer en Madrid cuando las dudas me invaden o miro Pinterest que siempre me saca del apuro. Hay veces que yo misma saco un look que me guste, pero otras me quedo bloqueada, no me gusta repetir modelito y ciertamente sería imposible repetirlo con la cantidad de ropa que tengo. Pero a veces no me convence nada y tengo que echar mano del móvil. El look que os enseño hoy partió con la idea de ponerme la chaqueta de H&M y todo lo demás vino rodado. Dudabas y dudabas y de pronto te sale un look redondo. Cosas que pasan.
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