Aquí me tenéis metiéndome en los vaqueros cortos del verano pasado con algún kilito de más, que intentaré quitarme antes de que llegue Agosto que ya lo tengo a la vuelta de la esquina. Quizás toque renovar los bañadores. ¿Por qué tienen que ser tan caros los que más me gustan y me sientan mejor?
Viene mi época del año favorita y aún no he terminado de sangrar por ciertas heridas. Ya queda menos para cerrar una etapa que ha tenido de todo, cosas hermosas y cosas menos hermosas y cosas.... demasiado tristes. Y por eso estoy ultimamente bastante triste desde finales del 2018. Sabía que el 2019 no podía continuar por el mismo camino y cambiarme de carril ha sido una maniobra tan difícil que me parece a veces todo mentira. Hay momentos en los que creo que estoy soñando una pesadilla, de que nada de esto es real, pero sí lo es. Y es muy duro cambiar tu vida de la noche a la mañana, aunque ya sabías hace tiempo que esto iba a ocurrir.
Este verano es importante porque podré empezar a lamerme las heridas y esperar a que se vayan cerrando poco a poco, aunque escuezan lo suyo. Y espero poder disfrutar de un verano tranquilo, lleno de paz y tranquilidad en muchos sentidos. Y por supuesto de mucha cervecita fría y mucho sol, mucha playa y el sonido del mar. Sueño con ello desde hace meses. Ha sido un año muy duro y creo que me merezco unas vacaciones de verdad.
¡Feliz comienzo de verano!
