Me siento más lejos de la ansiedad que me ha atacado el último año y más cerca de la persona que yo anhelaba ser. Creo que he llegado a un momento en mi vida muy importante porque me he escuchado y he decidido tomar las decisiones que tanto miedo me daban. Y lo bien que me siento al hacerlo. Quizás no me conduzcan a nada, o a casi nada, pero sí que puedo decir que me siento más viva que nunca. Estoy siendo como yo quiero ser y estoy haciendo las cosas que me hacen sentirme más yo que nunca. Y no quiero perderme nunca más esta bonita sensación. He aprendido que la ansiedad es un aviso de que algo en tu vida no va bien y que tienes que cambiar. Hasta que lo he comprendido y me he puesto manos a la obra ha pasado bastante tiempo. Pero más vale tarde que nunca.
No sé cuánto tiempo estaré en el mundo por lo que, y aunque puede sonar muy dramático hablar de nuestro fin, ya está bien de estar sentada en el sofá soñando despierta. Es hora de moverse y hacer los sueños realidad.
Y hablando de cumplir sueños el fin de semana pasado comencé un curso superior de Asesoría de Imagen que me está haciendo tan feliz que aún estoy que no me creo que esté sucediendo. Si todo sale bien para el mes de Abril tendré mi título de Asesora de Imagen y Personal Shopper. ¿Quién sabe qué será lo siguiente? Lo que sí sé seguro es que sea lo que sea, será mucho mejor que estar sentada en el sofá.
