El título de esta entrada tiene una razón y es que estando embarazada de Tirso pensé, como madre loca por la ropa, que me iba a aburrir enseguida de vestir a mi niño siempre con pantalones y camisas azules y que me iban a regalar muchísimo azul. Pero estaba equivocada. Y es que soy novata en esto de ser madre de un hombre y cuando empecé a frecuentar las tiendas de ropita de bebé se me iban los ojillos siempre a la zona de niñas, donde siempre hay muchísimas más opciones para combinar. Pero he descubierto que existen más tonos además del azul y que el azul no tiene por qué ser siempre soso y más de lo mismo. Y ayer me di cuenta cuando pasé delante de "mi tienda", ya que tenían unos cubrepañales monísimos azules con lunares blancos.Con esos lunares ya no era un simple cubrepañal azul. :)
PD: En las fotos Tirso sale sin leotardos porque se me olvidaron con la emoción de probarle el nuevo cubrepañal, pero aún me parece muy pronto vestirle sin ellos.
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