sábado, 25 de abril de 2015

¿Qué es ser una madre?


Ser madre no es nada fácil. Te lo pintan todo muy bonito, el embarazo, el nacimiento, la unión que sientes con tu hijo desde el primer momento, dar el pecho es lo más bonito que hay en la vida, verle dormidito por las noches es un momento mágico, pasear orgullosa con el cochecito por la calle...etc, etc, etc.

Ser madre es algo maravilloso, algo muy grande y es toda una prueba. Sí, porque antes de ser madre tú vivías pensando en tí, solamente en tí, en tus necesidades, en tu trabajo, en tu vida social, cuando la tenías claro, en ir a la peluquería a ponerte mona, ir de tiendas y recrearte horas, depilarte las piernas y el bigote a tiempo, lavarte el pelo sin prisas, usar el secador por las noches sin miedo a despertar a nadie, desayunar tranquila, tener toda tu casa recogida y en absoluto orden, tu ropa está limpia y huele bien, cuando sales de casa si te entretienes es porque te estás mirando en el espejo para ver si tu conjunto cuadra o no cuadra con los zapatos y con el bolso, y con el abrigo...cuando llegaba el fin de semana eras super feliz porque eso significaba levantarse tarde, abrir el ojo y quedarse en la cama. No había horarios, ni prisas, ni obligaciones. Podías quedar con quien te diera la gana a la hora que fuera y donde fuera. Te echabas la siesta. Cenabas fuera, ibas al cine, trasnochabas y cuando llegabas a casa sabías que toda tu cama era para tí. Si te despertaba algo o alguien por la noche luego te volvías a dormir inmediatamente. No te preocupaba si tu casa tenía muchas esquinas o enchufes sin tapar. No te preocupaba tener adornos con piezas pequeñas, no te preocupaba que el suelo estuviera sucio y con bacterias, no te preocupaba llevar pañales en el bolso, ni chupetes, ni ropita de recambio, ni Dalsy en la caja de las medicinas. No te preocupaba estornudar por las noches porque te viene un ataque de alergia al pólen en primavera, o sonarte los mocos en la cama. No te preocupaba que llamaran al timbre o al móvil a la hora que fuera. Ni que la gente tuviera las manos sin lavar.

Resumiendo, que cuando eres madre te olvidas de todo lo que te importaba antes y todo lo que te importa ahora es esa personita pequeñita que te mira con esos ojitos lagrimosos, con el pañal lleno de pipi y caca, con babas, moquitos, que berrea por las noches cuando tiene miedo o tiene hambre. No importa que los platos estén sin fregar, ni que te estés haciendo una necesidad imperiosa, ni que tengas más sueño, ni que tu cuarto parezca una leonera llena de muñecos, de biberones usados, que tu cómoda tenga la caja de joyas junto a la cesta de los pañales y las toallitas y el Rhinomer. Ni que tengas el pelo sucio, ni que llueva en la calle o haga un sol espléndido, ni que no te hayas lavado los dientes, ni que te has puesto la camiseta del revés.

Porque solo quieres abrazar a ese bebé que un día salió de ti y puso tu mundo patas arriba. Porque sabes que si alguien se llevara a tu bebé y te devolviera la vida de antes ya no la querrías.:)

Dedicado a todas las madres que también se pusieron la camiseta del revés ;)



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