Miedo.
Esta palabra la llevamos dentro desde que empezó a hacerse presente y real el COVID-19 en nuestro país. Ya comenzó a preocuparnos cuando en Italia empezaron los primeros brotes pero hasta que no lo hemos visto de cerca, cerquísima, no hemos sido conscientes del peligro enorme que suponía este "simple catarro" o "esta gripe diferente" que decían, que termina convirtiéndose en una neumonía complicada que arranca vidas día tras día.
Cuando comencé mi encierro, el Viernes 13 de Marzo, junto a mis hijos mayores y lejos de mi hijo pequeño que se fue con su padre al campo, empecé a sufrir mucha ansiedad y miedo a todas horas. Me aterraba pensar que nos podíamos contagiar y que perdía a alguien querido. Esa idea me atormentaba a cada momento y sufrí un ataque de ansiedad el segundo día de encierro. Me sentía aterrorizada, impotente, con mucha tristeza y mucha rabia por no poder hacer nada al respecto. Era como una pesadilla de la que no te podías despertar sin saber el final.
El hecho de tener que estar metida en casa durante 15 días me agobiaba mucho, pero luego me di cuenta de que ese agobio ya no me importaba, lo que me empezó a dar miedo era salir a la calle y contagiarme y contagiar a los míos en casa. Llevo 9 días de cuarentena y sé que los 15 días que dijo el gobierno se va a convertir en un mes o más. Lo tengo asumido. Ojalá me equivoqué pero me temo que es lo que nos va a tocar vivir a continuación.
No quiero salir a la calle, asi que trato de no hacerlo y salir solamente un día a la semana para comprar comida y sin entretenerme con nada ni con nadie, regresar a casa, quitarme los guantes y tirarlos a la basura, lavarme las manos durante 20 segundos, desinfectar lo que traigo, lavar la ropa que llevaba puesta, usar solamente un único calzado para salir, salir a la calle con el pelo recogido y no tocarte la cara con las manos. Son muchas normas para protegernos que hay que recordar y te pones nerviosa.
De momento no tengo síntomas ni me encuentro mal en ningún aspecto. Tan solo apareció hace un par de días mi menstruación para fastidiarme un poquito el encierro con hinchazón de abdomen y dolor de espalda, pero por lo demás estoy contenta porque mi familia está bien. De momento todos estamos bien. Solamente salgo yo para buscar comida y trato de tomar todas las precauciones. También friego la casa con agua y con lejía y trato de ocupar mi mente con cosas que no me hagan pensar en esta película de terror que estamos viviendo en España y en el mundo entero, porque por desgracia hay mucha gente que no es muy inteligente y decidió salir de casa como si nada, esto nos ha hecho tener muchos contagios y colapsar los hospitales hasta el punto de que los médicos comienzan a elegir a quién salvar y a quién dejar morir de los más graves porque no hay material para todos, ni tampoco hay material para proteger a nuestros médicos para que no se contagien. Los políticos no han sabido gestionar esta pandemia y muchas familias lo están pagando perdiendo a sus seres queridos. Yo no quiero perder a mi familia por favor, ¿Acaso es tan difícil tomar ciertas decisiones que son de vida o muerte cuando hay que tomarlas? No puedo entender por qué se tomaron tan tarde. No puedo entender a la gente que sale a exponerse, ni a los que se fueron de viaje con sus hijos y familiares a otras partes de España cuando nos dijeron que había que quedarse encerrados en casa. ¿Tan difícil es de entender que es la única manera de no contagiarnos?
No sé cuánto tiempo durará esta situación y no sé cómo acabaremos, rezo cada día para que mi familia aguante sana, para que yo aguante sana y que cuando me toque salir a buscar alimentos para ellos que el bicho no me pesque y yo no lo suba a mi casa.
Hacía mucho, mucho tiempo que no actualizaba este blog pero esta vez creo que es necesario que quede reflejado lo que estoy viviendo, lo que todos los españoles estamos viviendo este mes de Marzo y lo que están comenzando a vivir en el resto del mundo porque por desgracia esta enfermedad se está expandiendo al resto del planeta y van a morir, están mueriendo muchos.
Cada día sueño con volver a pasear sin peligro de la mano de mi hijo pequeño, entrar en las tiendas sin mascarilla o guantes, poder tocarlo todo sin temor, coger el autobús tranquila, ir a la compra sin ansiedad, volver a quedar en La Puerta de Alcalá con mi chico y poder abrazarle fuerte y sentir su olor y su piel, y luego irnos juntos de la mano a pasear por El Retiro o por el centro de Madrid, ir a cenar con mis amigas, ir al cine o a un concierto, ir a comer a un restaurante nuevo, tomarme una clara en una terracita al sol, llevar a mi hijo al colegio, soñar con el fin de semana de nuevo, programar un viaje, ir al campo a coger flores y hacer un pic-nic, ver a mis padres paseando por la calle...
Por todo eso debemos luchar todos juntos y quedarnos en casa. Es la única manera de volver a tener todo lo que teníamos antes, que todos podamos recuperar nuestras vidas.
POR FAVOR SI ALGUIEN ME LEE #QUEDATE EN CASA #STAYATHOME
